La casi nula presencia en Córdoba y Santa Fe quedaron hoy a la vista como las mayores falencias del Partido Justicialista, que se reunió en Mendoza con la excusa del dÃa del militante y el objetivo de respaldar a Daniel Scioli en su carrera presidencial.
Aunque hubo gobernadores ausentes por presión de la Casa Rosada, en esas provincias el peronismo no tiene mucho más. Por Córdoba, sólo representó al peronismo el intendente de Villa MarÃa, Eduardo Acastello.
En Santa Fe la cosa fue peor: no hubo ni un solo dirigente en el escenario que representara al Partido Justicialista. Creció asà la versión de que Scioli buscará traccionar con los votantes de Miguel Del Sel.
Estos flacos demuestran que al peronismo no le será nada fácil mantener un piso de votos alto sà en los grandes distritos no puede prevalecer.
Capital Federal nunca fue una zona fácil para el PJ pero ahora ni siquiera puede respirar tranquilo en Buenos Aires, donde el voto duro de las intendencias fue partido al medio por Sergio Massa.
Otras dos provincias grandes son Mendoza y Tucumán y ahà tampoco están las cosas fáciles. En la primera se lanzó la pelea por la sucesión en el peronismo, pero las encuestas le dan un claro triunfo a la UCR.
En Tucumán el candidato es el ministro de Salud Juan Manzur, presionado por el armado de radicales y peronistas opositores.
La escena de Mendoza dejó otro dato a tomar en cuenta para Scioli: el presidente provisional del Senado y lÃder de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, nunca asistió y dejó claro que se moverá al ritmo de Cristina.
Aunque no suele ser tenido en cuenta, las apabullantes victorias de Santiago empujaban a los candidatos presidenciales del kirchnerismo. En 2007, por ejemplo, Cristina descontó los votos que perdió con Carrió en Capital sólo con Santiago.
Pero estas falencias pondrán a prueba la habilidad de Scioli para fortalecer su imagen por sobre la media del peronismo. Eso se logra en campaña, tal vez donde más cómodo se siente en candidato preferido en el PJ.
